Bali es jungla, cemento, credo es natural y salvaje. Una aventura a cada paso. Cruzas sonrisas de forma constante, recibes cariño, amabilidad, sencillez, carisma y alma.
El arte… sin palabras nunca imaginé un lugar con tanto arte, madera, piedra, junco, pintura en lo que sea, estas rodeado de hermosas piezas de arte a donde mires.
Es tan especial, nada más ver las filas de hermosas mujeres, hombres y niños de gala para rendir su culto, tan colorido y hermoso de ver!
Por favor respeta su santuario, aprende sobre sus costumbres y nunca les faltes el respeto, entrando a su lugar sagrado solo por una foto o por curiosidad.
Lastimosamente solo teníamos 3 días para recorrer semejante belleza, después de investigar un poco decidimos que la mejor opción era contratar un guía, que felices fuimos con tal decisión.
Nos recomendaron a Wayan, un amable, simpático y respetuoso hombre de fe. Con su perfecto español y amabilidad nos llevó a conocer su hermosa tierra, respondió a todas nuestras preguntas, nos enseñó sobre valores, religión, historia, naturaleza y amor por la familia. Lo recomendamos 100%, se adapta a tu itinerario, es puntual. Como si fuera poco te saca unas fotos fantásticas. Escribirnos que te pasamos su contacto con el mayor de los gustos.
Elegimos Ubud para hospedarnos, un hermoso pueblo rodeado de naturaleza pero con mucho movimiento también, más adelante les comentaré sobre nuestro alojamiento.
El primer día lo dedicamos a recorrer Ubud ya que estábamos cansados de los vuelos y recién contábamos con Wayan al día siguiente.
1. Templo de los Monos
Un lugar que teníamos muchas ganas de conocer era el templo de los monos. Aquí encontramos simpáticos macacos rodeados de un entorno inigualable, paisaje selvático a tope de vegetación, esculturas, templos y mucho más.
Verás de todo, macacos pequeñitos e incluso recién nacidos, tímidos, extrovertidos y muchísimos exhibicionistas ;).
Entrada: 20.000 IDR (menos de 2 dólares)
2. Campuhan Ridge Walk
Muy cerca de allí se encuentra un hermoso caminito rodeado de arrozales llamado “Campuhan Ridge Walk”. Aunque quedaba a poco más de dos kilómetros desde allí, nos tomamos un taxi. No queríamos perder las piernas el primer día en Bali. Es un lugar muy lindo, donde se ve mucha naturaleza y se respira tranquilidad, no dejes de visitarlo.
3. Palacio de Ubud
Volvimos caminando al centro (no te asustes queda muy cerca), para culminar nuestro día en el Palacio Real de Ubud. El Palacio fue construido entre los años 1800 y 1823 y su entrada está coronada por una majestuosa puerta, repleta de hermosos detalles.
4. Mercado de Ubud
Finalmente, para terminar nuestro paseo por Ubud, dimos un paseo por el mercado. No pudimos evitar llenar media maleta con artesanías de madera, es que todo es tan bello…
Regresamos al hotel, una ducha y piscina refrescante, qué más pedir?
