Apenas tuvimos la oportunidad volvimos París, con la ilusión de seguir guardando en nuestro baúl de recuerdos esos momentos mágicos donde no dejas de sorprenderte con cada cosa que ves, con cada aroma, con cada historia…
Para llegar a Chenonceau desde París nosotros optamos por ir en tren hasta Amboise y desde allí en autobús hasta Chenonceaux.
Nuestro principal inconveniente fue tomar este autobús ya que nuestro tren llegaba a las 09:22 y el único autobús salía 09:47. En nuestra imaginación cuando llegáramos a la estación de tren cogeríamos un taxi hasta la parada de autobús, pero este plan tenía una gran falla: No había taxis en la estación.
Lo sé fue un tonto error de planificación, sin embargo con el agudo sentido de orientación de Alejandro, mi fuerza de voluntad inquebrantable y nuestro profundo deseo de aprovechar al máximo nuestro día en el castillo fue que comenzamos a correr llegando de forma milagrosa justo al mismo tiempo que el autobús. Con la emoción a tope, las piernas temblando y el corazón galopando a punto de infarto nos embarcamos en lo que sería nuestra próxima aventura de Reinas, amantes y Revoluciones.
Obviamente no recomiendo a nadie que siga esta vergonzosa planificación, pero me consuela pensar en que puedas aprender de esta experiencia para no cometer los mismos errores. Y para redimirme sobre el final de este post te comento algunas opciones para hacer este recorrido sin perder el aliento (y las piernas) en el camino.
Si no conoces mucho de historia y tampoco estás interesado en leer, te recomiendo que mires la serie Reign, servirá para entender, a grandes rasgos, la turbulenta historia de los principales habitantes de este castillo.
Chenonceau fue construido en el siglo XVI, pero fue modificado varias veces para satisfacer gustos de sus distintos ocupantes. La misteriosa entrada, por un largo camino de hermosos árboles, hacen que el corazón vaya ganando ritmo sin parar.
Lo primero que ven tus ojos es la magnífica torre de los Marques, único vestigio en pie de la fortaleza de esta familia.
Este castillo está perfectamente conservado, cada salón está repleto de hermosos adornos de flores frescas, muebles lustrados, utensilios de cocina relucientes, todo está totalmente impoluto. Te hace sentir en una película de época, ya que sin duda refleja fielmente la magnificencia de la vida en ese entonces.
Es conocido también como el “castillo de las damas” ya que su construcción fue dirigida por una mujer de noble cuna (su marido estaba ocupado con temas bélicos), embellecido por la famosa amante del Rey Enrique II, Diana de Poitiers, y por la mismísima reina Catalina de Médicis. Y se cree que fue salvado de la revolución por Louise Dupin.
Si vas preparado conociendo un poco de historia no dejarás de sentir emoción al ver la sala donde Catalina de Medici reinó durante uno de los peores años de Francia.
Es tan dificil describir con palabras, incluso las imágenes se quedan cortas ante semejante belleza:
Los jardines y construcciones aledañas son alucinantes, ve con tiempo para perderte por cada caminito.
Información general:
1. Entrada: el precio de la entradas estaba a 13€ en mayo 2017, está abierto todos los días del año a partir de 09:30, en invierno cierra 17 hs en verano cerca de las 20hs. Para ver información actualizada consulta aquí.
2. Transporte desde París: nosotros reservamos tren en www.voyages-sncf.com desde Paris hasta Amboise, aproximadamente el trayecto dura una hora 45. Ya les contamos más arriba que nuestra planificación tuvo algunas fallas, nuestro principal tema era que llegábamos muy sobre la hora a la salida del único autobús. El primer tren salía luego del mediodía.
Por eso les sugiero 3 diferentes opciones:
- Se pueden tomar directamente un taxi hasta Chenonceaux, en la terminal les facilitan unos teléfonos de taxis, cuesta aproximadamente 2€ por kilómetro (son 15 kilómetros), o ya lo pueden tener reservado:
- En la mañana visitar el Castillo de Amboise (por favor no se lo pierdan es maravilloso), de esta forma aprovechan muy bien la mañana y pueden tomar el tren del medio día hacia Chenonceaux.
- En la mañana visitar el Castillo de Amboise (por favor no se lo pierdan es maravilloso), de esta forma aprovechan muy bien la mañana y pueden tomar el tren del medio día hacia Chenonceaux.
- Ir desde Paris directamente a Chenonceux o haciendo escala en Tours. Esta opción es solo para quienes les interesa únicamente ir a Chenonceu. Pero realmente Amboise es un pueblito maravilloso, coronado por el Castillo que le da nombre, donde están los restos de Leonardo Da Vinci. Créeme no te vas a arrepentir de tomarte tu tiempo y conocer ambos.