Porque todos los caminos te llevan a Roma… Este destino es muy popular y con toda la razón del mundo, historia milenaria, arquitectura impresionante, fuentes por doquier, verdaderas obras de arte. Roma te transporta, te hechiza y enloquece.
Caminar sin rumbo por sus callecitas, el aromo de los naranjos en flor, rosedales, pinturas y un largo etc. Sin duda alguna no te quedarás sin cosas para hacer en este lugar. Cosas entretenidas como hacer fila para mirar por una cerradura o meter tu mano en la boca de la verdad, ascender para ver desde lo alto la ciudad, visitar un rosedal, un museo, una iglesia, monasterios, la calle más antigua del mundo o las catacumbas, es que tiene tanto para ofrecer… que se te gastarán los pies de tanto caminar!
Llegamos tarde en la noche al aeropuerto aun así se nos hizo muy fácil llegar a nuestro hotel, al lado de la Terminal Termini, nos pareció una zona genial para trasladarnos sin mayor dificultad, rodeada de muchos sitios para comer y comprar de todo. El Hotel perfecto, precioso, muy limpio, de personal agradable, desayuno de 10.
Como no podía ser de otra forma nuestro primer día estuvo destinado al coliseo y al palatino, sacamos nuestra entrada por internet cosa muy acertada ya que pueden armarse colas bastante complicadas, la entrada incluye ambos lugares. Fuimos temprano y no había casi nadie, fue una maravilla recorrer cada rincón casi solos, imaginando las gradas repletas de romanos presenciando con fervor los “espectáculos” propios de la época.
Se respira un aire tímido y la certeza de estar en un espacio que supo marcar la historia.
Salimos derecho al palatino y foro romano, recorrimos sin prisas lo que queda de este gran imperio, aun en ruinas se siente la imponencia y lujo del lugar. Desde el palatino (la colina más céntrica de Roma) se observa desde allí no solo el foro sino la gran ciudad, era considerado en su época la cuna de la de la capital Italiana que fuera habitada desde el 1000 ac.
Salimos de allí con pena pero ya era media tarde y nosotros estábamos sin almorzar. Luego de parar para comer, regresamos al hotel para descansar un rato ya que todavía teníamos el cansancio de 15 hs de vuelo.
Sobre final de la tarde salimos para encontrarnos con la Fontana di trevi, que estaba totalmente tapeada por refacciones, de todas formas tiramos la moneda de rigor :).
Continuamos camino hacia el Panteón de Agripa erigido nada más ni nada menos que por Adriano entre los años 118 y 125 d. C. dedicado a todos los dioses.
Segundo día
Al día siguiente teníamos reservado los tickets para el Vaticano, las lluvia había continuado y era torrencial, por lo que fue muy bueno entrar expreso con las entradas sin necesidad de filas (otros no tuvieron la misma suerte). Personalmente el Vaticano no me fascina pero es un lugar que debes visitar si vas por Roma, aún sin ser creyente. La capilla sixtina es fantástica, esa obra de arte majestuosa de Miguel Angel representando el Juicio Final es sin duda una representación Divina. Sin embargo la montonera de gente te impide disfrutar tranquilamente del lugar, siempre conversando, riendo o sacando fotos a escondidas a pesar de que no se puede, por momentos puede ser claustrofóbico, pero tener la oportunidad de ver estos trocitos de paraíso vale la pena una y mil veces.
Foto de: De Antoine Taveneaux – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0
El recinto es muy amplio, nosotros hicimos un camino corto ya que a mí me desesperan los museos, no puedo evitarlo :).
Continuamos nuestro recorrido por San Pietro no sin antes hacer varias hora de fila y finalmente recorrimos los alrededores.
Ya a la salida, pasadas las 14 hs fuimos a almorzar para recuperar energías. El clima solo nos permitió unos segundo frente a Sant Angelo esta construcción del 135 rodeada por el río Tiber y muchos preciosos puentes
Brevemente paseamos por la plaza navona y me enamoré de las pinturas de los artistas que allí estaban. Me quedé con muchísima pena de no haber comprado ninguna para nuestra casa.
Finalmente la lluvia se incrementó y debimos volver al hotel para darnos un baño calentito y descansar para el día siguiente.
Tercer día
Afortunadamente en nuestro último día salió el sol y el día no podía estar más agradable. Nos levantamos tempranito ya que el día estaba cargado.
Fuimos en Tren hasta las termas de caracalla, aquí se reunía la alta sociedad a disfrutar de de baños termales. Fueron construidas alrededor del 212 y era un complejo de gran lujo, actualmente son ruinas pero es un paseo de lo más agradable.
Salimos de allí poniendo rumbo al jardín de los naranjos, sin embargo en el camino nos encontramos con un rosedal irresistible. Estuvimos largo rato recorriendo y descansando en el Roseto de Roma (ver ubicación)
Volviendo al jardín de los naranjos, que placer de lugar, un festín para tus sentidos. Un lugar para sentarse, cerrar los ojos y sentir la brisa fresca, el aroma a naranjo en flor, el sonido de los pájaros, la tierra húmeda…un vórtice de energía que te transporta a tu interior y te hace salir de allí rebosante de alegría. De verdad, si estas por Roma, date una vuelta por este rinconcito mágico y después me contáis. En mi caso cada vez que pienso en Roma lo primero que se me viene a la mente no es el coliseo, es el aroma y sensación de éxtasis total que sentí en este lugar (ver ubicación)
Pegadito al jardín de los naranjos está la Basílica de Santa Sabina, un lugar muy antiguo que está genial, muchas tumbas en la propia iglesia, sin mucho adorno es un lugar particular, desde allí puedes ver el jardín.
Nuestra siguiente parada fue la famosa cerradura por la que todos quieren mirar, increíble que algo tan pequeñito sea una atracción tan popular. Al principio me parecía ridículo, pero la curiosidad nos llevó hasta allí y chan… que sensación más bonita, cuan niños pispiando por este agujerito y se ve tanto y la sensación es curiosa. Está de paso a muchos lugares de interés, no te quedes con las ganas, a mí me gustó mucho, es una experiencia que recuerdo con mucha alegría (ver ubicación).
Subiendo una cuesta y varios escalones llegamos casi sin aliento (y sin piernas) a un lugar donde se ve casi toda Roma, sin palabras…
Todo este trayecto lo hicimos caminando, cada esquina fue una postal, aunque cansador fue de los recorridos más lindos que hicimos.
Ya era hora de almorzar, así que nos fuimos para Trastevere nos lo había recomendado para almorzar, sin embargo seguro que no elegimos un buen lugar, la pasta estaba imposible (cosa muy rara, a quién le queda mal una pasta?), demasiado al dente, y la salsa bastante fea, sin mencionar el precio astronómico. Nos fuimos un poco decepcionados de allí, no sin antes pasar por una heladería, nada mejor para quitar el sabor amargo que un gelatto italiano, todas las penas se borran de un lengüetazo :). A parte el barrio tiene encanto, el paseo por el fue muy agradable.
Luego del almuerzo fallido nos fuimos a la Boca de La Verdad, elemento curioso donde la gente hace cola para meter su mano en un medallón de Piedra. Nosotros no fuimos la excepción, esperamos pacientemente nuestro turno para confirmar que el medallón no te come la mano si dices mentiras 😉
Salimos de allí victoriosos y sobre todo con ambas manos, marcando rumbo hacia la Piazza Venezia, para ver, entre otros a el famosos Monumento a Víctor Manuel II.
Qué día intenso e inolvidable…
Escribir esto me hizo tener unas ganas locas de volver, espero que hayas sentido al menos una pisca de curiosidad por esta ciudad, trasmitir tanto sentir es misión imposible, tienes que vivirlo, anímate.
Visita las pestañas de alojamiento, Transporte y entradas para tener información de utilidad para preparar tu viaje.
Welcome Piram Hotel: está cerca de la terminal de trenes Termini, puedes ir al Coliseo caminando sin problemas. Fantásticas instalaciones, muy prolijo, cómodo y accesible, sé que tiene spa y piscina aunque para serles sinceros no fuimos ni a mirar qué tal estaba. El desayuno muy bien servido. En la zona hay de todo, para comer, beber o ir de compras y con la terminal al ladito. Cuenta con un restaurante exquisito y muy bien atendido.
Si te gustó puedes reservarlo o ver más información aquí.
Transporte dentro de Roma
La mejor forma de moverse en Roma es caminando, sin embargo la red de transporte es muy buena. Puedes consultar aquí las distintas opciones.
Transporte desde aeropuertos
Les dejamos el link a una web que nos resultó de mucha utilidad a nosotros, está muy completa y bien explicado:
Las entradas para el Vaticano y el Coliseo las compramos en este sitio:
Nosotros dividimos nuestros 3 días de esta manera:
Día 1
1. Coliseo
2. Foro Romano y Palatino
3. Fontana di Trevi
4. Panteon de Agripa
Día 2
1. Vaticano: Museo y San Pietro
2. Sant Angelo
3. Plaza Navona
Día 3
1. Termas de Caracalla
2. Rosedal
3. Jardín de los Naranjos
4. Basílica Santa Sabina
5. Ojo en la cerradura
6. Trastevere
7. Boca de la Verdad
8. Piazza Venezia